Llevo ya varias semanas notando los movimientos de mi peque, y la verdad es que por muchos dias que pasen cada vez es algo magico.
Estar sentada en el sofá, y que de repente se mueva no tiene precio, además si me levanto la camiseta puedo observar los movimientos desde el exterior.
Lo mejor de todo esto sin duda alguna (a parte de sentir los movimientos) es ver a papá tumbarse a mi lado, que ponga la mano encima de mi barriga y ver ese brillo especial en sus ojos...porque ver la cara de papá al notar a su hijo, eso si que no tiene precio.
Y que de repente, se acerque a la barriga y te diga :te quiero pequeñin, aquí a mamá ya se le caen las lágrimas!
besos y feliz jueves!! que mañana ya estamos a viernes y volveremos a disfrutar del fin de semana!
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